Largas filas en la puerta de mercados y aglomeración en todo lugar donde se comercializan alimentos e insumos de primera necesidad, éstas son las imágenes simbólicas en tiempos de cuarentena ante la pandemia del COVID-19 en Perú. Acostumbrados cada medio día a los mensajes del presidente de la nación quien insta a la población a no salir de sus casas para evitar el contagio del virus, muchos asentimos y aplaudimos toda medida de prevención del riesgo de contagio. Son los periodistas los más duros al tildar de irresponsables a las personas de los “sectores populares” quienes “haciendo caso omiso” a las medidas abarrotan mercados. ¿Pero acaso éstas normas se condicen con la realidad del poblador común de nuestro país? ¡Podemos afirmar categóricamente que no!!! Por ello Arena y Esteras realizó un censo con las familias de niños, niñas y jóvenes que forman parte de sus programas artístico-educativos para conocer su situación en este nuevo escenario. Los resultaron revelaron que el 91% de las familias viven de “economías de subsistencia”, es decir, no tienen trabajo estable, y por ende, se mantienen con lo que ganan en el día a día. Entonces, ¿cómo pedirles que compren víveres para una semana o dos, si apenas les alcanza para cubrir esa jornada del día? Y la pregunta se hace más grande y más pesada ahora: ¿Cómo se mantiene ese 91% de familias que ahora no puede salir a realizar los trabajos habituales de este sector, ya sea en la construcción, ventas, limpieza, cocina, etc.? Para todas estas familias los ingresos se han reducido a NADA.

Por ello surge el proyecto “Somos Comunidad Creativa y Solidaria” gracias al apoyo de tdh-Alemania en la que se repartió Canastas Solidarias con alimentos, artículos de limpieza y material de protección para cuarenta familias, en su mayoría de Villa El Salvador VES y algunas de Villa María del Triunfo VMT y San Juan de Miraflores SJM, todos distritos de la periferia de Lima, siendo VES el tercer distrito más pobre de la capital. “
“Esto es una gran ayuda para nosotros que no estamos trabajando y cómo podemos hacer ahora para mantener a nuestros hijos que son nuestra principal preocupación” sostiene la señora Corina Castillo, mamá de Camila de 11 años, quien vende comida en la vía pública y desde que empezó el aislamiento social y toque de queda no puede trabajar.

Sabemos que la entrega de canastas no soluciona el problema de fondo, pero estamos convencidos que ayuda a amortiguar el peso de éstos días difíciles para todos, pero aún más duros para quienes no tienen con qué alimentar a los suyos y ponen en riesgo su seguridad alimentaria.
“Gracias a toda la familia de Arena y Esteras por esta función tan bondadosa, gracias a la institución tdh-Alemania, este acto ha sido el abrazo más cálido que he recibido, mil bendiciones” expresa Cristina Mayta, mamá de Luana y Dana de 9 y 14 años, quien trabaja en un pequeño colegio particular, pero al suspenderse las clases no recibe sueldo, y lo que es peor, hay el riesgo de que se quede sin trabajo por quiebra de la institución.

Podemos resaltar de las palabras de Cristina el verdadero significado de esta canasta, que para ella y su familia ha sido como un “abrazo cálido” que es lo que realmente necesita la población para proteger su salud emocional en momentos impregnados de miedo e incertidumbre como el que vivimos.

Sabemos que todavía nos toca seguir afrontando momentos difíciles, pero queda la certeza de que nuestras familias cuentan con una red de apoyo solidario gracias al trabajo de base comunitario y la confianza de tdh-Alemania.

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