Luego de 14 meses de haber sido firmados los Acuerdos de Paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, las esperanzas de encontrar escenarios tranquilos y de preservación de la vida no se vislumbran y, más bien, se siguen violando los derechos a la vida, a la paz y al territorio de centenares de Niños, Niñas, Jóvenes y sus comunidades. Durante el año de implementación de los Acuerdos de Paz, han sido asesinados más de 170 líderes sociales y cerca de 40 exguerrilleros de las FARC. De igual forma se incrementaron los combates y bombardeos en zonas que se esperaba un cambio de su dinámica de guerra de los últimos 30 años.
Factores que han reducido las esperanzas de paz para los colombianos
1. Los territorios ocupados por las FARC están siendo copados por grupos narco-paramilitares que emplean estos espacios para consolidar sus cadenas de producción y tráfico de drogas. A ello, se suman las denuncias que ratifican el avance de grupos de la guerrilla del ELN en estos antiguos territorios de las FARC. Ello, ha generado diversos enfrentamientos armados entre estos dos sectores y que, en algunos casos, son alimentados por un ejército que no ha podido establecer la hegemonía estatal en los mismos.
2. Muchos de los líderes y lideresas sociales asesinados, por no decir la mayoría, habían sido activistas por la restitución de sus tierras y esperaban el avance de la Justicia Especial para La Paz para que se conozca la verdad de los autores intelectuales de estos desplazamientos. Igualmente, muchos de ellos y ellas han sido defensores de los acuerdos de paz y/o desarrollan trabajo en zonas que están en disputa por temas socio ambientales, de propiedad de sus tierras con ocupantes de mala fe o son activistas de minorías como indígenas, afro-descendientes, comunidades LGTBI.
3. El Gobierno no ha logrado asumir los compromisos en su totalidad y el Estado y sus instituciones tienen un funcionamiento “paquidérmico” para avanzar en la implementación de los acuerdos de paz. Temas estratégicos como el punto sobre desarrollo rural o el compromiso de la Fiscalía para activar la Unidad Especial que investigue y confronte el para-militarismo, se convierten en verdaderas talanqueras que impiden el avance de los acuerdos.
4. Sumado a lo anterior, el Congreso de la República no ha estado a la altura de las demandas para sacar adelante las leyes y que hacen parte del acuerdo de paz en medio de un ambiente electoral polarizado.
Las copartes de terre des hommes Alemania y la realidad de los Niños y Niñas
En ese contexto, varias copartes que apoya terre des hommes Alemania han denunciado los siguientes hechos:
- El asesinato de 6 líderes sociales que hacían parte de las iniciativas apoyadas por tdh Alemania y el Ministerio de Cooperación Alemán.
- El incremento de acciones de hostigamiento, persecución, secuestro y tortura de líderes de derechos humanos.
- La reactivación de ofertas económicas a jóvenes en territorios de Choco, Cauca y Nariño para ingresar a las filas de grupos armados ilegales.
- La proliferación de campos minados, denunciados en el choco.
- El conocimiento de amenazas y listas para asesinar a líderes sociales en el bajo Atrato Chocoano, Buenaventura, Cauca, Meta y Antioquia.
- El proceso de acompañamiento, a la salida, atención en lugares transitorios, reparación y reincorporación de los más de 100 menores de edad pese a cumplirse para la mayoría de ellos, presenta algunas dificultades como la consolidación y respaldo legal del Programa “Camino Diferencial de Vida”, pues persiste la des articulación de todas las instituciones del Estado y sigue siendo precaria la adecuación normativa lo cual afecta el restablecimiento de derechos, reparación integral y reincorporación e inclusión social de los menores de edad en sus entornos familiares y comunitario, en concordancia con los todos los aspectos contenidos en el Acuerdo Final a este respecto.
El 20 de noviembre pasado, Niños y Niñas Colombianos de más de 20 puntos geográficos del país, hicieron un balance de su situación y la relación con el año de implementación de los acuerdos. Ese balance, para ello es “negativo” por cuanto el Estado y la sociedad no les tiene en cuenta para la atención de estos graves problemas de derechos humanos y, más bien, tienden a complicarse.
Por lo anterior aun esta distante que se cumpla el propósito de la Señora Virginia Gamba representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas para Niños y Niñas y el Conflicto armado, cuando en noviembre pasado expresó “es de nosotros velar para que ningún niño quede fuera de este camino (de la paz)”. En aquella ocasión se decidió acompañar el proceso en Colombia en una forma más permanente durante este inicio de año.