Lo que existe es la justicia de género y es una cuestión de justicia no de ideología. Cuando movimientos neoconservadores y anti-derechos hablan de ideología de genero lo hacen para despertar miedo y defender el statu quo, es decir, un mundo donde la comunidad LGTBIQ+ sufre de violencias, opresión y discriminación.
Si tdhA tuviera una ideología, sería la ideología de los derechos humanos. Cada ser humano debe ser libre para definir su identidad, expresarse como quiera y gozar de una vida afectiva y sexual, según sus preferencias. En la filosofía de derechos humanos el único límite a los derechos de una persona son los derechos de los demás. Entonces no hay que limitar a una persona que, por ejemplo, nace con el sexo masculino y luego se autodefine como niña, pues no vulnera los derechos a nadie. Las preferencias afectivas y sexuales de gais, lesbianas o bisexuales tampoco hacen daños a otras personas y no existe argumentos legítimos para restringir los derechos y preferencias de esta comunidad.
Frecuentemente, representantes del movimiento anti-derechos argumentan en contra de “la ideología de género” diciendo que el deseo sexual hacia el mismo sexo no es natural. Pero, por definición, todo lo que siente y hace el ser humano es “natural” ya que existe. Lo no natural seria por ejemplo volar o respirar bajo el agua. Esta homofobia es una expresión de miedo a lo que es diferente. Muchas veces usan también frases como “con nuestros hijos no se meten” para defender su posición. La referencia a la niñez cumple el propósito de despertar una especie de pánico moral pero la homofobia y la transfobia en esta argumentación vulnera los derechos la niñez. Como parte de mi trabajo, debo viajar a los 10 países en América Latina donde tenemos proyectos y es muy triste ser testigo de cómo las niñas y niños sufren porque no encajan en la heteronormatividad, porque no se identifican con el género que se les asignó al nacer, o porque al expresarse y vestirse no siguen las normas de género, o porque son gais, lesbianas o bisexuales. Sufren de discriminación y violencias en sus casas, en el colegio, en las comunidades y en las calles y como sociedad tenemos el deber de levantar nuestra voz en defensa sus derechos.
Afortunadamente en América Latina existen también movimientos muy progresistas que luchan por sociedades más incluyentes, solidarias y justas, lo cual me da esperanza. Durante el mes del orgullo, les invitamos a salir a marchar, a visibilizar la vulneración de derechos de la comunidad LGTBIQ+ y a celebrar la diversidad de la humanidad. También suplicamos a que todas y todos que luchemos contra la homofobia también en los espacios cotidianos durante todos los días del año.
¡Que viva el mes del orgullo!
Thomas Mortensen,
Coordinador Regional de tdhA para América Latina