La Asociación Bartolome Aripaylla (ABA) vienen trabajando hace ya más de 29 años en la recuperación de saberes y prácticas ancestrales para el bienestar de sus comunidades. “¿Es posible sembrar y cosechar agua?”: es la pregunta que hicimos a las Ingenieras Agrónomas de la Comunidad indígena de Quispillacta en Ayacucho Perú, Marcela y Magdalena Machaca Mendieta.
La respuesta no se hizo esperar: “Sí y lo venimos haciendo desde el año 1994 en la Comunidad de Tuco, en respuesta a la escasez del agua en que enfrentamos a una sequía muy grande producto del llamado Fenómeno del Niño”. En este contexto, “acudimos donde los abuelos para preguntar que prácticas ancestrales se realizaban para enfrentar las sequías, ellos nos compartieron que siempre habían criado al agua con distintas prácticas y que una de ellas era lo que se conoce ahora como la siembra y cosecha de agua de lluvia”.
Y en que consiste esta práctica milenaria, solícitamente nos explican: “onsiste en el aprovechamiento del agua en tiempos de lluvias y para almacenarlas en hoyadas naturales a través de un dique que se construye para poder posteriormente, infiltrarlo en la parte alta de la montaña y que por gravedad desciendan a las zonas bajas formándose las lagunas que van a abastecer el riego para la agricultura”.
Han pasado 25 años desde que en Tuco se inició la experiencia, a la fecha se han conformado 104 lagunas en la zona de Quispillacta, la práctica de Siembra y Cosecha de agua fue ganadora en el año 2014, en el marco de la COP20 en Lima, del premio nacional por buenas prácticas, otorgado por el Ministerio del Medio Ambiente. ABA, forma parte de la Plataforma de copartes de tdh-Alemania, quien asumió el derecho al agua como eje principal para su accionar ante la niñez, y es con quienes se recorrió este camino.
La propuesta “siguió haciendo su propio andar”, y fue tomada por el MINAGRI (Ministerio de Agricultura del Perú) para crear el programa nacional de “Siembra y crianza de agua” conocido como Sierra Azul, donde trabaja Gualberto Machaca Mendieta, también integrante de ABA. Esta iniciativa se esta incorporado en otras regiones como Cusco, Tacna, Arequipa, Ica con resultados positivos.
Asimismo, en este caminar la propuesta a trascendido a nivel internacional. Costa Rica, es el primer país donde los técnicos de ABA, han replicado esta iniciativa. Actualmente la provincia de Guanacaste cuenta con sus cinco primeras lagunas.
El 23 de Julio de este año salió publicado en el periódico oficial El Peruano la Ley que declara de interés nacional y necesidad pública la implementación de la siembra y cosecha de agua, y aunque todavía falta la reglamentación para que se haga efectiva, estamos convencidos que se continúa en el andar y que este impacto será aún mayor. Proyectos como el de la Asociación Bartolomé Aripaylla ABA y sus impactos son los que nos siguen afirmando en el trabajo de acompañamiento a nuestras copartes por los Derechos Ecológicos de la Niñez para adaptarse a la Crisis Climática.