En América Latina, la Madre Tierra nos brinda una abundancia de recursos naturales y belleza escénica, pero también enfrenta amenazas del cambio climático y la explotación insostenible. En este contexto, es fundamental recordar la relación profunda entre la protección de la Madre Tierra y la aceptación del Comentario General #16 sobre el derecho de niñas y niños a un medio ambiente sano, promovido por el Comité de los Derechos del Niño.
La protección de la Madre Tierra no es solo una cuestión de conservación ambiental; es un acto de responsabilidad hacia las futuras generaciones. Significa garantizar que el aire sea limpio, que el agua sea segura, que los suelos sean fértiles y que la biodiversidad sea preservada. Esto no solo beneficia a la naturaleza, sino que también tiene un impacto directo en la vida de niñas y niños.
La mayor amenaza para nuestra madre tierra (la Pachamama) es la creencia de que alguien más lo salvará”. “Aquellos que tienen el privilegio de saber tienen el deber de actuar”. “Si con amor, respeto y honor todo puede florecer, la Madre Tierra también florecerá”. “vale la pena luchar por ella”. ¿Qué le estamos dejando a las futuras generaciones? ¡Un medio ambiente deteriorado! Reaccionemos la naturaleza nos brinda momentos maravillosos, nos enseña a estar en el presente, a tener equilibrio, a estar vivo, en hermandad con todo lo que existe. Somos parte de esa naturaleza sagrada, aprendamos de nuestros ancestros y sus prácticas ancestrales que son de mucha ayuda para fortalecer y preservar los elementos que componen a nuestra madre tierra. –Karen de Aquino, México. miembro de la Red de Observadores y defensores de los Derechos Humanos
Beneficios para Niñas y Niños:
Salud: Un medio ambiente saludable garantiza que niñas y niños respiren aire limpio y beban agua segura, lo que reduce la incidencia de enfermedades respiratorias y transmitidas por el agua.
Nutrición: Suelos fértiles permiten la producción de alimentos nutritivos, esenciales para el crecimiento y desarrollo de niñas y niños.
Seguridad: La protección de la biodiversidad significa que los ecosistemas son estables, lo que reduce el riesgo de desastres naturales y brinda un entorno más seguro para crecer.
Educación: Un entorno natural diverso y saludable proporciona oportunidades de aprendizaje invaluables y conexiones con la naturaleza.
Asumir el compromiso de proteger la Madre Tierra y, por lo tanto, el derecho de niñas y niños a un medio ambiente sano, es una misión que involucra a todos. ¿Cómo podemos contribuir?
Acciones para Apoyar a Niñas y Niños:
Educación Ambiental: Promover programas educativos que enseñen a niñas y niños sobre la importancia de cuidar el planeta y cómo hacerlo.
Participación: Incluir a niñas y niños en decisiones relacionadas con el medio ambiente, permitiéndoles participar en proyectos de conservación.
Sostenibilidad: Fomentar prácticas sostenibles en la comunidad, como la gestión de residuos, la conservación del agua y la reforestación.
Defensoría: Apoyar organizaciones que defienden los derechos de niñas y niños, especialmente en lo que respecta a un medio ambiente sano.
Después de este derecho tan importante que tenemos como niñ@s. Podemos festejar saliendo a las calles y dando comidas a nuestros niñ@s que están en migración que no tienen donde dormir y comer es de esa manera que ellos igual se sientan y que sepan que la madre tierra es lo que nos da todo y solo nos pide amarlo. Drexil Zarate, Bolivia. Miembro de la Red de Niñas, Niños y Jóvenes de Bolivia
Al unirnos para proteger la Madre Tierra, estamos construyendo un mundo donde niñas y niños pueden crecer en un ambiente que respeta sus derechos y les brinda un futuro sostenible. En América Latina y en todo el mundo, es nuestra responsabilidad preservar este legado para las generaciones venideras.