El Movimiento de Teatro Sin Fronteras – Movitep SF de Nicaragua efectuó la cuarta graduación de la escuela de teatro: hombres y mujeres jóvenes de distintos lugares del país culminaron sus estudios como Instructores de Teatro Popular, certificados por el Ministerio de Cultura de Nicaragua.
La graduación fue una fiesta de creatividad y emociones ya que por espacio de 3 días, las y los jóvenes compartieron sus trabajos con el público matagalpino quien se erigió jurado, aprobando y agradeciendo con lágrimas, emoción, risas y aplausos. De esta forma el parque central fue el escenario testigo del talento, creatividad y esfuerzo de cada obra presentada.
Monólogos llenos de creatividad, impecable dicción, fantasía en la utilería sencilla que hablaba por sí misma del amor con que fue elaborada y seleccionada, cada estudiante, hombre o mujer, convirtió su talento en la herramienta para hablar del dolor, la sorpresa, la alegría y de la resistencia para sobrevivir las violencias. El abuso sexual hacia niñas pero también hacia niños, la desigualdad, el amor romántico, el juego, la alegría a pesar de los riesgos del trabajo infantil, las infancias dominadas y maltratadas, fueron puestos en escena con reflexión, haciendo hablar a los silencios y fortaleciendo al público que los veía absortos. Veían y se veían, escucharon y se escuchaban. Las niñas, niños y adolescentes se miraban entre sí con complicidad reconociéndose en esas experiencias y en esas resilenicas.
Y es que cada obra, fue producto de investigación del entorno, familias y comunidades y en sus propias historias, fue una navegación interna que les permitió recordar, sentir, nombrar, aprender, comunicar y compartir, con ese público y especialmente con sus propios estudiantes, una de ellas trabaja con niñas y niños autistas, comprobando que el teatro popular investiga, dialoga, previene y sana. El teatro popular es una herramienta para la promoción de derechos, para el diálogo y la cultura de paz. Jóvenes continúen contruyendo una cultura de Paz en nuestra Nicaragua.