El proyecto “Promoción de enfoques innovadores para la protección de la diversidad biológica y cultural en Perú y Bolivia” es de cooperación técnica entre BMZ y terre des homes Alemania junto a 8 organizaciones de Perú y Bolivia. El Watunakuy es parte de las acciones de este proyecto impulsado por CEPROSI en Cusco, Perú. El propósito central del Watunakuy es retejer los territorios con sus peregrinantes y la diversidad de semillas para alentar la vida. Las semillas deben ser reanimadas en este lugar/tiempo sagrado de “Raqchi, el templo de la deidad Wiraqucha”. Este año, el encuentro sagrado se realizará los días 15 y 16 de junio en la comunidad de Qquea y el Centro Ceremonial de Raqchi, Canchis, Cusco – Perú.
Watunakuy, es una palabra quechua cuyo significado cultural encuentra sentido en el entrelazamiento, la regeneración de la vida y los lazos espirituales entre humanos, deidades y naturaleza en el ciclo sinfín del existir en los Andes. En el Watunakuy se comparte y transmite energía renovada, fuerza, cariño, respeto y ritualidad colectiva. Esto renueva nuestro compromiso de seguir criando la vida en los corazones de nuestras semillas.
En el Watunakuy sagrado desborda lo humano y se combina con las semillas, los cultivos, las crianzas, las comidas, las deidades, los astros y la naturaleza en todas sus expresiones. En la vida andina absolutamente todos requieren entrelazarse cada cierto tiempo para poder regenerarse y vigorizarse. En el Watunakuy se regeneran los lazos familiares, comunales y culturales a través del chhalay o intercambio de semillas, de saberes y sabidurías, de comidas, de danzas y cantos que palpitan al unísono con el Pacha y las estrellas durante las ceremonias rituales. En esta emoción se fortifican nuestras ánimas para seguir viviendo en ayllu.
El Watunakuy, a lo largo de catorce años, trajo consigo el fortalecimiento de la cultura viva, la recuperación e intercambio de la diversidad de semillas, de comidas y la sanación espiritual colectiva. Igualmente, aportó a la recuperación del respeto y el cariño hacia la Pachamama o nuestra Madre Naturaleza.
Por tanto, es nuestra responsabilidad proteger y cuidar la diversidad de semillas y sus saberes de crianza que nos dejaron nuestros abuelos y abuelas para heredarlas a todos los seres del Pacha. Además, el estudio, conservación y promoción de esta rica diversidad biocultural debe incorporarse en los niveles y modalidades del sistema educativo. Igualmente, los gobiernos locales y regionales deben tomarlo en cuenta en sus “planes de desarrollo” para mejorar nuestras vidas de modo plural y tener alternativas a los problemas que aquejan actualmente a la humanidad y el mundo.
Con cariño y respeto, CEPROSI
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