La Semana Mundial de Jugar corresponde a una gran movilización para avanzar en la sensibilización de la sociedad sobre la importancia del juego y de la esencia de la infancia.
La Semana se desarrolla con una amplia articulación latinoamericana entre la ONG brasileña ‘Aliança pela Infância’ y decenas de organizaciones e iniciativas en toda América Latina.
El objetivo es visibilizar la importancia fundamental del derecho a jugar para el desarrollo digno de niñas, niños y adolescentes. La Semana se realiza en los distintos territorios a través de juegos, conferencias, seminarios y movilizaciones, buscando sensibilizar también a los gobiernos locales.
Todas las actividades de la Semana son gratuitas y autogestionadas localmente. De esta manera se construye una red amplia de eventos e iniciativas. Todos los años se propone un tema específico. El tema de la Semana en 2018 es ‘Jugar en Cuerpo y Alma’.
¡Así se llama la atención para que niños y niñas estén de manera integral en el juego, en cuerpo y alma! En el juego, en sus vivencias cotidianas, y en el desarrollo de su ser y de su estar en el mundo. Una presencia que necesita de espacio y tiempo para el movimiento, el gesto y el reconocimiento de sus sentidos.
Para la Semana Mundial de Jugar, jugar es algo muy serio. El juego, hoy en día, ya es mundialmente reconocido como un derecho humano que asegura condiciones básicas para la vivencia de una niñez enmarcada por el paradigma de la protección integral y por el principio del interés superior de niños y niñas.
Por eso, la Convención de los Derechos del Niño (tratado internacional de las Naciones Unidas, firmado en 1989) reconoce en su artículo 31 el derecho a jugar: “Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”. Además, en 2013, el Comité de los Derechos del Niño (órgano que supervisa la aplicación de la Convención) aprobó un comentario general indicando las responsabilidades de los Estados y de la sociedad para garantizar la implementación del derecho a jugar.
Jugar es un derecho de todos los niños, niñas y adolescentes que promueve su desarrollo cognitivo, afectivo y social. Es fuente de aprendizajes múltiples y ejercicio permanente de intercambio de saberes. Es el derecho de vivenciar la energía encantadora de vivir.
Para saber más, acceda a la página web de la Semana Mundial de Jugar