“Fortaleciendo la sabiduría ancestral para preservar las semillas y el cuidado de la naturaleza para generaciones futuras”: El Watunakuy, es la fiesta de la vida, es el principio y fin del año agrícola, espacio/tiempo de agradecimiento, respeto y conversación de la comunidad humana con la naturaleza, las deidades y en especial con la semilla, que es considerada Kawsay Mama o Madre de la vida.
CEPROSI viene realizando el Watunakuy durante 13 años consecutivos en el centro Ceremonial de Raqchi, Cusco, Perú. La naturaleza de este encuentro es la revitalización cultural y de intercambio de la diversidad de semillas y sus saberes de crianza, entre comunidades de diversas partes del mundo que concurren anualmente en peregrinación a este territorio sagrado.
Inspirados en el Watunakuy de Raqchi, animados por la Madre Tierra y los Apus y con el apoyo de terre des hommes, se realizó el Primer Watunakuy en Salta, Argentina en febrero del presente año.
Caminamos junto a nuestras semillas 17 kilómetros, en medio de una selva densa, al ritmo de cajas y quenas, con el estremecimiento de los Pututos, que retumbaron en montes frondosos, en quebradas y cerros. Hermanados en una sola intención el caminar de las semillas físicas y humanas. Compartimos la alegría de la caminata, que nos vinculó entre peregrinantes venidos de Perú, Bolivia, Córdoba y de diversas comunidades de la provincia de Salta, marcando un nuevo tiempo de encuentro que las semillas van trazando.
La naturaleza entera nos recibía gozosa, recordando otros tiempos en que los “runas” la visitaban sin que fuera sólo para explotarla. El Watunakuy empezaba a enlazar los corazones. Había cansancio, pero era justamente el necesario para agradecer al arroyo que nos ofrecía generosamente su agua fresca. Había calor, y nos regocijábamos con la sombra umbrosa del bosque. Y había cariño de la Pachamama.
Llegamos finalmente al Nogalar sede del Watunakuy. Luego de un reparador almuerzo las semillas fueron el centro de este encuentro, junto a ellas recibimos la energía sagrada de Padre Sol y de la Madre Luna, haciéndonos recordar y sentir que somos parte del universo y de este gran ayllu y que los problemas que nos ocurren vienen principalmente de esta desconexión entre nosotros, y con las deidades y la naturaleza.
2 días llenos de señas, de energía, de alegría…. las semillas en el altar como fuente de vida y como ejemplo para ser vida…. y en cariño y aprendizaje mutuo criarnos para recuperar la armonía que se perdió y que late día a día con una enorme pulsión a retornar.
Consideramos que cobra cada vez más fuerza la apertura caminos sumando a personas que están sintonizando la necesidad de transformar su relación con la Madre Tierra y que no necesariamente son miembros de pueblos indígenas o sembradores de chacras. Hay otras chacras a sembrar y las Semillas son cada vez más diversas.
Luego del Watunakuy, el 19 de febrero la delegación de docentes de la Institución Educativa 791 y CEPROSI, presentaron la Experiencia de Educación Intercultural, en el Senado de Salta. El encuentro, fue organizado por las Comisiones de Derechos Humanos y Asuntos Indígenas presidida por el Senador Walter Cruz, y de Educación y Cultura por el Senador Dani Nolasco, y contó con la presencia del Presidente del Senado, Miguel Isa, la Ministra de Educación, Ciencia y Tecnología, Analía Berruezo, senadores e integrante de comunidades originarias de Salta.
Las semillas abrieron el camino para llegar al corazón de las autoridades del senado de Salta, para hacerles recordar que nuestros ancestros caminaron por el Qhapaq Ñan (camino sagrado) junto a sus semillas y sus sabidurias y que hoy se hace necesario incorporarlas en la educación, para enfrentar la crisis social, ambiental y espiritual.