Durante el foro “Crisis climática: Desafíos y propuestas” realizado el mes de Julio en la Ciudad de Lima, Perú, las niñas, niños y jóvenes demandaron la necesidad de que se promuevan más espacios de diálogos intergeneracionales para plantear propuestas de solución conjunta, así como la revaloración de los saberes ancestrales para hacer frente al cambio climático.

“La niñez es cada vez más vulnerable por el cambio climático, vemos en el Perú la pérdida de fuentes de agua y áreas naturales, las fuertes olas de frío, la falta de acceso al agua; sumado con todas las formas de contaminación están afectando nuestra vida y de las generaciones futuras”, dijo Jairo Huaytalla, integrante de la Red Infanto Juvenil por el Buen Vivir (REDINJUV – PERÚ), expresando su preocupación ante los impactos de la crisis climática que viene afectando nuestras infancias.

El cambio climático es una realidad en el Perú y sus impactos están creando condiciones adversas para todas las formas de vida, la pregunta que surge es: ¿Qué podemos hacer todas y todos ante los desafíos que se nos presenta en este contexto?

Sobre esta interrogante se iniciaron diferentes reflexiones durante el foro “Crisis Climática: desafíos y propuestas”, realizado el 26 de junio en Lima, en el marco de la segunda edición de los espacios de conversación denominados Diálogos por el Buen Vivir, que desde el 2018 vienen impulsando la REDINJUV – PERÚ, Comunicaciones Aliadas y la Plataforma Peruana de Copartes de terre des hommes.

La actividad estuvo compuesta por dos mesas de diálogo y reunió a especialistas del Estado, redes y movimientos Infanto-juveniles, quienes hablaron sobre los desafíos del cambio climático; señalando propuestas a este contexto de crisis del clima participaron expertos en la recuperación de fuentes de agua, conservación y puesta en valor de áreas de vida silvestre, asimismo, integrantes de la REDINJUV comentaron sobre su experiencia para promover el Buen Vivir desde las infancias y juventud.

“Llevamos la voz de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes para hacer un llamado a promover un diálogo intergeneracional donde podamos conversar entre todas y todos sobre los problemas que está provocando el cambio climático y cómo estamos afectando al medio ambiente. Tenemos que pensar en el futuro y en quiénes vendrán”, expresó Olenka Magallanes coordinadora de la REDINJUV.

“Vemos al cambio climático como una oportunidad que involucra a todas y todos para generar cambios, desde pequeñas acciones que ayuden a encontrar un camino para enfrentar el cambio climático”, expresó Víctor Santillán de la Dirección General de Cambio Climático y Desertificación del Ministerio del Ambiente (MINAM).

El representante del MINAM dio a conocer además que desde el Estado se han impulsado 91 medidas de adaptación al cambio climático asumidas por distintas carteras ministeriales tales como Agricultura, Vivienda, Salud, Producción y Ambiente para salvaguardar fuentes de agua, bosques, la salud de las personas, y actividades como agricultura, pesca y acuicultura.

Por su parte, el ingeniero ambiental William Anaya del Instituto de Promoción para la Gestión del Agua – IPROGA, alertó que, en nuestro país, entre los principales factores que influyen negativamente en la calidad del agua, elemento de la naturaleza importante para la vida, están las condiciones climáticas extremas y las diferentes formas de contaminación como pasivos ambientales, residuos de minería informal y aguas residuales generadas por uso doméstico e industrial, las que están poniendo en peligro la disponibilidad de agua para todas y todos.

“Los más afectados por la crisis climática es la naturaleza, las niñas, niños y adolescentes de las zonas más vulnerables”, enunció Neymar Peralta del Movimiento de Adolescentes y Niños Trabajadores Hijos de Obreros Cristianos – MANTHOC e integrante de la REDINJUV.

Los asistentes a la primera mesa de diálogo referida a los desafíos de la crisis climática tomaron la palabra para expresar sus preocupaciones e inquietudes ante lo expuesto por los ponentes. Muchos de ellos coincidían en que desde el Estado se deberían poner en marcha medidas drásticas para hacer frente al cambio climático.

“Los organismos del Estado están desarticulados, cada uno por su lado aisladamente están tomando acciones frente al cambio climático, pareciera que no hubiera comunicación e intercambio de información”. “Tenemos que pensar en vivir de otra manera, estamos abusando de la naturaleza y esto además está creado desigualdad”. “Es importante que desde las entidades del Estado miren y conozcan más que desde las sabidurías de los pueblos indígenas también hay propuestas”. Estas fueron algunas de las reflexiones que surgieron del público.

Experiencias y prácticas para un Buen Vivir

“Desde las comunidades estamos impulsando propuestas. Se trata solo de recordar lo que han hecho nuestros ancestros y que desde el Estado se respalden estas experiencias y prácticas para hacer frente a los problemas del cambio climático”, fue la reflexión que compartió con el auditorio la ingeniera Marcela Machaca Mendieta, representante de la Asociación Bartolomé Aripaylla, ABA – Ayacucho.

Durante la mesa de propuestas a la crisis climática, Machaca Mendieta se refirió a la experiencia de Siembra y Cosecha de Agua de Lluvia, que en el año 2014 fue ganadora del premio Buenas Prácticas Ambientales del Ministerio del Ambiente. Esta práctica consiste en la captación natural del agua de lluvia para la conformación de lagunas que permitan la recarga hídrica en cabeceras de cuenca, recuperando saberes ancestrales y la ritualidad en las comunidades de Quispillacta.

“No se cosecha lo que no se siembra. Esta práctica es fundamental para tener disponibilidad de agua, principalmente para la agricultura, actividad central para la vida. Hasta la fecha se tienen 112 lagunas en la comunidad de Quispillacta. Estas lagunas se impulsaron en la comunidad para hacer frente al cambio climático que estaba haciendo desaparecer los glaciares; estas lagunas ahora cumplen la misma función de los nevados al ser un generador de recarga hídrica desde las cabeceras de cuenca”, comentó la ingeniera.

Machaca Mendieta destacó además que en el proceso de esta práctica de siembra y cosecha de agua de lluvia es importante contar con la participación de niñas, niños y jóvenes, además de toda la comunidad, pues según afirmó: “Son los niños, niñas y jóvenes quienes tienen el corazón limpio para transmitir el cariño humano a la naturaleza, así involucrados todos nos convertimos en una familia criadora de la Tierra”.

En tanto, Marisol Nolberto, joven integrante de la red Maqta Chulla que acompaña ABA e integrante de la REDINJUV AYACUCHO, contó sobre su experiencia participando en esta práctica: “Nosotros en la comunidad nos juntamos y participamos todos, es un trabajo en comunidad y nosotros los jóvenes debemos volver a nuestras comunidades y valorar lo que nos está dando la Pachamama”.

Por su parte, el periodista Iván Reyna Ramos compartió sobre su experiencia en la recuperación, conservación y puesta en valor de lomas costeras, ecosistemas de vida silvestre tanto en la comunidad de Asia (Cañete) como en San Juan de Aucallama (Huaral).

Reyna Ramos se refirió a los diferentes impactos y factores que afectan los ecosistemas de lomas en Lima, problemática que le motivó a tomar acciones para recuperar estos espacios naturales tan importantes en la zona costera.

Así, mencionó algunas acciones importantes en la conservación de las lomas, como son: delimitación y cercado de estos espacios naturales, zonificación del pastoreo, limpieza de todo tipo de residuos, rehabilitación de caminos prehispánicos. Resaltó además la importancia del trabajo en comunidad, en que la población se debe comprometer e involucrar en el cuidado de las lomas.

“No se cuida lo que no se conoce. Por eso creo importante promover los estudios e investigaciones científicas dentro de las lomas, porque son espacios naturales con tanta información de especies diferentes que se hace necesario su cuidado y conservación”, comentó Reyna Ramos.

“Pero, además, es importante difundir esta información a través de publicaciones para, principalmente, hacer llegar a los niños de las escuelas de los alrededores para que conozcan sobre estos espacios naturales”, agregó el periodista.

La propuesta desde las infancias y la juventud las compartieron dos integrantes de la REDINJUV. “Desde nuestras comunidades podemos impulsar diferentes prácticas: los huertos comunitarios, el arte en los barrios, estos espacios de diálogo. Es posible tener un Buen Vivir”, señaló Isis Maldonado. En tanto Olenka Magallanes destacó la importancia de “conocer nuestras raíces, vivenciar, aprender y conocernos para saber cuál es nuestro pasado y proyectarnos a un mejor futuro. Para tener un Buen Vivir debemos retornar al cariño a la naturaleza”.

La reflexión de cierre estuvo a cargo de Marco Bazán coordinador del Programa Andino de la Oficina Regional Latinoamericana de terre des hommes, quien habló sobre el Buen Vivir como propuesta para hacer frente a las crisis de nuestro tiempo.

“Buen vivir se trata de generar vida y vida en abundancia, al menos así lo entendemos, debemos volver a recuperar ese cariño con la madre naturaleza, que merece el respeto de todos. La salida a esta crisis climática, crisis de valores, crisis ambiental está en volver a sentirnos hijos de la tierra y convertirnos en sus criadores desde la niñez”, expresó.

para saber más: Comunicaciones Aliadas

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