Violaciones de derechos humanos siguen siendo una realidad en el Continente Latinoamericano. En un informe de la Organización Mundial de la Salud publicado en 2016, de los 10 países con más homicidios en el mundo, 7 son de América Latina y Honduras es el país con la más alta tasa (103,9 por cada 100.000 habitantes). Igualmente, el Informe sobre Desarrollo Humano 2016 indica que América Latina tiene 4 países entre los 10 más desiguales del mundo, siendo Brasil lo 10º más desigual del mundo y el 4º de América Latina seguido por Paraguay, Colombia y Haití.
De manera muy breve, queda claro que el continente es marcado por innumerables violaciones de derechos. Y esa realidad también es la realidad de niñas, niñas, adolescentes y jóvenes bien como de las copartes de terre des hommes: en sus cotidianos viven y conviven con realidades en las cuales violaciones de derechos son la regla. De jóvenes muertos por la policía en un barrio ocupado por la policía hace 15 años en Chile hasta la situación de las pandillas en El Salvador: las violaciones de los derechos NNAJ son una realidad.
Teniendo eso en cuenta, para buscar una mayor visibilidad y acompañamiento de las violaciones de los derechos NNAJ, la Mesa Temática del Objetivo Estratégico 2 (espacios libres de violencia y explotación) crió el Observatorio Regional de Violaciones de Derechos de Niñas/s, Adolescentes y Jóvenas/es. En ese espacio denunciamos violaciones que no pueden ser olvidadas y tienen que ser escuchadas en todos los cantos del continente latinoamericano y en todo el globo. El objetivo mayor es la visibilidad pública de la realidad de los países de Latinoamérica, bien como la incidencia de eses temas en la esfera política.