En la población indígena de la Provincia El Dorado, como en el resto de la región San Martin, la pandemia ha instaurado el miedo y la incertidumbre que abruma a sus habitantes y tensa las relaciones; pese a ello, la vida continua. Uno de las prioridades de las comunidades para el cuidado de la niñez es mantener a los niños y niñas bien alimentados y con salud. Para ello, utilizan una gama de plantas medicinales que se convierte en su principal defensa frente al Covid-19, su lema es: “Criar de todo para estar bien, comer y estar sanos todos”.
La crianza de la biodiversidad en los espacios de vida en las comunidades indígenas Kechuas en la región San Martín en Perú continua; nuestra niñez nos muestra que pese a las adversidades del mundo por la crisis sanitaria, los ciclos agrícolas no se han detenido, saben que criar diversidad de cultivos como el frejol, el maní, el maíz, la yuca, el plátano, etc., junto a la familia en las comunidades, es parte de su autonomía.
“Nosotros seguimos criando la chacra con nuestra famili;, lindo se produce cuando se le hace en su tiempo. En buena luna hemos sembrado y ya estamos comiendo con nuestra familia y compartiendo en la comunidad”. dice Celenith, niña de la comunidad nativa de Shucshuyaku – San José de Sisa. Provincia El Dorado, San Martín.
Todo ello en el marco del Proyecto: “Promover la Biodiversidad y la vida indígena mediante el aprendizaje intercultural e intergeneracional en el Perú, con el acompañamiento de Terre des Hommes y HelpAge Alemania, que acompaña a 25 comunidades nativas en la amazonia peruana, con iniciativas bioculturales que beneficia a 600 niños y niñas y 300 abuelos, para cuidar la diversidad en sus chacras, cuidar sus montes, sus fuentes de agua, desde los aprendizajes de los abuelos y abuelas para la vida bonita en comunidad. Se ha compartido semillas para diversificar la chacra y animales: aves de corral, para ampliar la disponibilidad de alimentos frescos con base a sabiduría ancestral.