Relator Especial de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y el Medio Ambiente en la Conferencia de terre des hommes Alemania

Los impactos negativos del cambio climático y la contaminación del medio ambiente representan violaciones a los derechos humanos. Esta es la conclusión del “Simposio Andino – Cambio Global, Ética y Generaciones Futuras – El rol del derecho internacional en el contexto de la crisis de la biósfera” que se realizó en cooperación con varias organizaciones de la sociedad civil, universidades, juristas y expertas el 9 de noviembre en Bogotá, Colombia.

“Protección del medio ambiente y mitigación de los impactos del cambio climático son elementos primordiales para poder garantizar los derechos humanos fundamentales”, explicó el profesor John Knox, Relator Especial de la Organización de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y el Medio Ambiente, invitado principal de la conferencia. “Usando una perspectiva de derechos humanos cuando hablamos del medio ambiente, y las implicaciones que tienen el cambio climático y la contaminación y destrucción ambiental para el cumplimiento o incumplimiento de los derechos humanos, permite dimensionar lo que está en juego y le da una cara humana al cambio climático. Tradicionalmente, los derechos humanos representan lo más esencial y necesario para todos/as nosotros para vivir en libertad, igualdad y dignidad humana. Yo pienso que incluir la protección ambiental en estos aspectos y características fundamentales de los derechos humanos tiene un valor real.”

Según la Organización Mundial de Salud (OMS) a nivel mundial anualmente mueren acerca de 1,7 millones niños y niñas menores de 5 años de enfermedades relacionadas a condiciones ambientales. Especialmente los países del sur global sufren de manera desproporcional de los impactos y consecuencias del cambio climático. Joshua Hofert, miembro de la Presidencia de terre des hommes Alemania, llama la atención a los impactos sociales de una destrucción ambiental desenfrenada de empresas multinacionales en la vida de los niñas y niños afectados: “En Latinoamérica los gobiernos tienen que dejar de darles títulos de tierra a empresas multinacionales quienes con monocultivos y minería contaminan y vuelven infértiles las tierras y ensucian los ríos y aguas subterráneas/fuentes de agua.”

La pregunta clave del Simposio fue cómo garantizar un mundo y un ambiente sano y saludable para las futuras generaciones. “Nuestro modelo económico está basado en la maximización de ganancias. La explotación de recursos naturales y la contaminación y destrucción ambiental se toleran y no se piensa en las consecuencia para los niños y niñas de hoy y del futuro”, reclama Joshua Hofert. “No obstante, también hay movimiento en algunas cosas: Más de 90 Estados ya han incluido el derecho a un ambiente sano en sus constituciones. Ahora es importante implementar este derecho en la práctica política a nivel nacional e internacional y volverlo exigible.”

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