El contexto actual de crisis sanitaria, nos emplazó actuar rápidamente frente a las necesidades y carencias de las comunidades y organizaciones, causadas por el cumplimiento obligatorio de los decretos gubernamentales de aislamiento social.
Los esfuerzos realizados por los Estados para controlar la pandemia y atender las necesidades sobre todo de las poblaciones más vulnerables resultan ser insuficientes; por un lado, por las deficiencias históricamente conocidas en los sectores de salud que presentan ambos países, (Perú y Bolivia) con sistemas a punto de colapsar por la sobrecarga de atenciones. El sector educación hoy debe diseñar propuestas de educación a distancia a través de sistemas que no conoce, o conoce muy poco. Se suma a esto la carencia de alimentos de estas poblaciones sobre todo en las ciudades.
Esta situación llevó al Proyecto Regional Andino (PRA), a trazar una triple estrategia para mitigar la crisis desatada, incidiendo en garantizar la sobrevivencia de amplios sectores de la población, y así poder atender tres tipos de emergencias: productiva y de alimentos, sanitaria y educativa.
Estas acciones están alcanzando a una población mayor a 3,500 familias en comunidades rurales y urbanas de Perú y Bolivia.
La emergencia productiva y de alimentos, busca fortalecer e impulsar la agricultura familiar y así garantizar los requerimientos de comida, insumos y herramientas para la campaña agrícola próxima; las copartes están abasteciendo de semillas para las siembras de la campaña del año próximo. Asimismo, entregando herramientas y alimentos a las familias campesinas.
La emergencia sanitaria, tiene como lema «Sánate en tu Casa», por ello, impulsa acciones para el rescate de conocimientos culturalmente sensibles sobre medicina tradicional, y la difusión de estos conocimientos a través de los medios diversos como la radio, videos tutoriales, y folletos informativos. Así mismo, distribuye insumos para la preparación de remedios e instrumentos caseros que permitan dotar a las familias de un botiquín de medicina intercultural como medio preventivo frente a la pandemia.
Si bien no se tienen estadísticas, es importante señalar que se conoce casos de personas que se han sanado en su domicilio, y ellos, reportan el uso de plantas medicinales, baños de vapor, té o infusiones, etc., que permiten resistir los momentos más agudos de la enfermedad. Este sistema no es desconocido por la población, pues en las zonas rurales se posee los saberes e insumos para curarse en casa. Aunque, es necesario mencionar que aún falta mayor conocimiento sobre los insumos en cuanto a calidad y cantidad para los tratamientos preventivos.
La emergencia educativa, propone al currículo oficial un sistema incremental a la educación comunitaria. El objetivo es que el sistema estatal sume e incorpore contenidos sobre las acciones que los niños y niñas vienen realizando con abuelos y padres en sus espacios de vida: la casa, los ríos, la chacra, y el bosque. Se trata de sumar el aprendizaje local, promoviendo el aprendizaje útil y culturalmente pertinente a partir de aquellas actividades significativas de interés del niño y de la comunidad. La labor del docente, en este contexto, es elaborar – con la ayuda de una trama educativa local en el que tienen un rol importante los abuelos y jóvenes que viven en las comunidades urbanas y rurales-, saberes locales en formas de cartillas o micro-videos que permitan superar lo que es acaso uno de sus mayores desafíos: la descontextualización de los contenidos emitidos vía radio, TV o la internet.
La estrategia educativa se resume en el lema: “El que sabe enseña más al que sabe menos” promoviendo el inter-aprendizaje entre pares de los saberes comunitarios y del sistema oficial. De esta manera, el apoyo del proyecto, refuerza la cultura educativa de la comunidad, acompañando a las familias con insumos y herramientas para la práctica de oficios: cerámica, tejidos, cultura culinaria local, medicina tradicional, música y danzas; el rescate de saberes comunitarios por los NAJ’s, bajo la forma de “cartillas de saberes” y microvideos así como apoyar a las redes de jóvenes rurales que promueven “in situ” la trama de aprendizaje intercultural y que ofician de mediadores educativos interculturales con materiales educativos, medios para su transporte y viáticos para sus alimentos. El Proyecto Regional Andino (PRA), es implementado por PRATEC, junto a ocho copartes: ASAP, CEPROSI, ABA, Asociación Urpichallay y Arena y Esteras (Perú) y CESATCH, Asociación Pusisuyo y Asociación Inti Watana (Bolivia), y es financiado por terre des hommes Alemania, y el Ministerio de Cooperación Alemán.